Caminante sobre un mar de niebla | Caspar David Friedrich | 1818

Caminante sobre un mar de niebla | Caspar David Friedrich | 1818

Caminante sobre un mar de niebla | Caspar David Friedrich | 1818

Si hablamos de Friedrich, inevitablemente tenemos que hablar del romanticismo.

Al contrario de otros artistas, que se pueden ubicar en varios movimientos o no ubicarlos en ninguno, la pintura de Friedrich es completamente romántica. Tanto, que si buscan la palabra “romanticismo” en Wikipedia, lo primero que aparece, es una imagen de la pintura de la cual vamos a hablar hoy. 

Lo anterior puede hacernos pensar hasta qué punto es válido que el artista se exprese a sí mismo a través de su momento socio histórico o cultural. Y por eso, me surgen las siguientes preguntas: ¿Es la obra de Friedrich estrictamente producto de sí mismo? ¿Cuánta libertad tiene el artista si está demasiado sumergido en un movimiento artístico? A menos que uno sea Picasso (que prácticamente hizo siempre lo que se le vino en gana), no lo sabemos ni lo voy a intentar responder, pero sea cual fuera el caso, lo único que puedo decir, es que creo que la manera de expresarse del artista evoluciona en el tiempo y su contexto siempre lo influye, en mayor o menor medica.

El romanticismo, como ya habíamos hablado en un post de von Guérard, fue un movimiento artístico que, especialmente en Alemania,  influyó en prácticamente todas las ramas del arte a finales del siglo XVII.

Y allí estaba Friedrich, uno de los favoritos de Alvaration, firme y presente.

La pintura de hoy nos muestra la silueta de una figura masculina de espaldas, en la cima de una montaña, observando hacia abajo. Algunas versiones sostienen que observa hacia el mar, que se encontraría debajo de la niebla, pero personalmente creo que “mar de niebla”, en el titulo, hace referencia a una figura metafórica, más que a algo literal.

Prácticamente, toda la obra de Friedrich, se basa en una de las características del movimiento romántico: la omnipotencia de la naturaleza frente a la indefensión del ser humano. La naturaleza, asi, ocupaba el lugar de ser lo único auténtico, frente a una civilización materialista y artificial. La figura que vemos en la obra, aunque se sitúa por encima de la niebla, con cierto aire de superioridad, parece maravillada por el espectáculo. La cabeza ligeramente gacha, nos da la impresión de que el individuo esta recitando una plegaria, la cual ejecuta con un sagrado respeto.

Algunos relacionan esta pintura, particularmente, con una vivencia que ocurrió cuando Friedrich era niño. Al parecer, nuestro artista y su hermano estaban patinando sobre hielo en una sección congelada del mar Báltico. En un momento, el hielo se rompe y Friedrich cae al agua extremadamente fría. Su hermano, al tratar de salvarlo, muere. Éste hecho posteriormente generó largos periodos de depresión en el pintor, el cual intentó, sin éxito, cortarse el cuello.  La obra Caminante sobre un mar de niebla (“mar”, al igual que el mar báltico) puede tener un sentido referencial y es el propio Friedrich quien, como un espectador sin posibilidad de intervenir, observa hacia abajo lo turbulento e imprevisible del mundo natural.

La técnica, también hay que decirlo, es impecable. El fondo iluminado y la figura principal en sombras llevan nuestra atención a la naturaleza salvaje, a lo indómito. Friedrich parece querer decirnos que, para llegar a ella, a lo autentico, debemos hacerlo atravesando al hombre y su racionalidad.

Oh si, Friedrich fue un romántico sin remedio.

Add to DeliciousAdd to DiggAdd to FaceBookAdd to Google BookmarkAdd to RedditAdd to StumbleUponAdd to TechnoratiAdd to Twitter

~ por Álvaro Mazzino en julio 28, 2010.

Deja un comentario