Sr. y Sra. Ralph Izard (Alice Delancey) | John Singleton Copley | 1775

Sr. y Sra. Ralph Izard (Alice Delancey) | John Singleton Copley | 1775

Sr. y Sra. Ralph Izard (Alice Delancey) | John Singleton Copley | 1775

Copley fue hijo de inmigrantes irlandeses y, probablemente nacido en Boston, EEUU.

Empieza a dibujar de chico y, ya adolescente, reniega de el empleo que sus padres esperan de él: trabajar en la tabaquería familiar.

En esta época, solo los pertenecientes a la clase alta estaban en contacto con el arte. Y Copley, aunque a los 15 años ya hacia retratos de personajes de su pueblo, ni siquiera tuvo la oportunidad de ver alguna obra de los grandes maestros hasta que tuvo aproximadamente 30 años de edad, según la versión de su hijo Lord Lyndhurst.

El joven Copley, entonces, debió aprender las maneras de la gente de alta sociedad para insertarse en el medio artístico. Asi, conoce al matrimonio Izard, británicos de origen, con quienes entabla una buena relación. Este matrimonio invita a Copley a hacer el grand tour, es decir, a viajar por Europa durante meses a través de diversos países, una costumbre de los adinerados de la época. Luego de su visita por Roma, Copley pinta el retrato del matrimonio que vemos hoy.

Allí vemos a los Izard sentados sobre una mesa con un fondo extraño en donde, presumiblemente, vemos el Coliseo romano. Pero si afinamos nuestro ojo, nos daremos cuenta de que toda la composición de la obra tiene un tinte surrealista. El matrimonio parece estar sentado al aire libre, porque notamos una columna y un fondo descubierto, pero entonces nos preguntamos ¿Qué hace entonces una cortina en el lado derecho de la obra? O ¿no son los muebles demasiado finos para estar al aire libre? La respuesta a los interrogantes es poco interesante, aunque curiosa: la costumbre de la época dictaba comprar muchas antigüedades durante el grand tour y, una vez adquiridas varias posesiones, pintarse junto a ellas. Es por eso que en la obra vemos un collage horrible y desordenado de montones de objetos: un jarrón del cercano oriente, una columna, una estatua, cortinas y un juego de comedor fino. Y, por último, vemos al señor Izard con un dibujo en su mano mientras su esposa le señala algo que, evidentemente, parece no interesarle.

Add to DeliciousAdd to DiggAdd to FaceBookAdd to Google BookmarkAdd to RedditAdd to StumbleUponAdd to TechnoratiAdd to Twitter

~ por Álvaro Mazzino en noviembre 24, 2010.

Deja un comentario